UN PAR DE PREGUNTAS QUE NOS COMPROMETEN
EVANGELIO 14 DE MARZO 2021
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.»
En este evangelio de juan, nos vuelve a presentar a Jesús como esperanza, como vida eterna, como luz que todo invade, si os acordáis esto ya aparece en la transfiguración que leímos el otro día.
Esta dualidad de luz y metáfora es el mejor ejemplo de lo que nos quiere transmitir Jesús. por un lado es dejarte invadir por Él, por la luz, o por el contrario permanecer donde no esta la luz, en la tiniebla que no nos deja ver su camino.
¿Qué oscuridades tenéis y queréis eliminar en vosotros?
¿Qué camino de verdad es el que quieres seguir, para ser luz de mucha gente?
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